1972

 AÑO 1972

 

28 de febrero de 1972. (H. 208).

J   Acudo a vosotros, hijos míos, puesto que sois incapaces de encontrarme.

1 de marzo de 1972. (H. 208).

J   La gracia se merece por la disposición del alma a dejarse conducir.

17 de marzo de 1972. (H. 208).

J   Es ya hora de que los dirigentes de cada país, los responsables de grupos, comunidades, los jefes de familias, las jerarquías religiosas y demás, se ocupen de la formación de la juventud. Según vosotros, ¿quién es responsable de la terrible mentalidad de dicha juventud?

Hay que hacer todo lo posible para dominar a los asesinos de las almas, explicando a éstas los peligros que corren dejándose seducir por las necedades que les sirven. Yo, vuestro Dios, llamo a todas las almas de buena voluntad, para que, por su generosidad, la Luz disipe las tinieblas Que encarcelan a estos pobres niños, y que, al fin, conozcan el verdadero y único amor que puede colmar sus" corazones y hacia el cual aspiran sin saberlo.

  Mirad, hijos míos, la llaga inmensa de este siglo infernal.

  Pobre juventud, contaminada por la cobardía de los que no hacen nada para    salvarla.

Ni siquiera ven la podredumbre que se extiende en pleno día y que destroza el alma de los justos. El sentido de la moral cristiana no es más que objeto de burla. ¡Ay, hijos míos, no disculpéis vuestros agravios, pues son enormes!.

YO SE Y YO SOY. Y parecéis olvidarlo.

29 de marzo de 1972. (H. 213).

J   Estoy todavía con vosotros. ¿Por cuánto tiempo todavía? Hoy es el amanecer de la Resurrección. Celebrad la Pascua en la paz y en el silencio de vuestro corazón. Buscad en vosotros la Vida.

Mi Corazón está triste y en estos días dolorosos, revivo la Pasión más intensamente todavía, pues no ha desaparecido de este mundo perverso aquello por lo que di mi vida.

He salvado muchas almas, hijos míos, pero que- dan tantas que salvar; y los que deberían escuchar mi voz permanecen sordos a mi llamada. Las razones que invocan no tendrían ningún sentido si me amasen de verdad, pues el amor se atreve a todo, y en él las dificultades desaparecen. Hijitos míos, vuestros esfuerzos para dar testimonio a vuestro Dios, llenan mi Corazón de una suave alegría.

Tantas cosas os decepcionan. No intentéis comprender; estáis en mi mano y llevo vuestra barca.

      30 de marzo de 1972. (H. 214). Viernes Santo:

M ¡Oh Señor!, ¿cuáles fueron tus pensamientos sobre el Gólgota?

J   Mis pensamientos fueron de piedad y de misericordia. No habían comprendido que, con un gesto, podía aniquilarles. Los he dejado saciarse de mis sufrimientos, pues en mi Corazón había aceptado el sacrificio pedido por mi Padre. Pero mi dolor era centuplicado porque sabía que, abandonándome a sus torturas, no salvaría a todos mis hijos, y que para muchos mi Sacrificio sería vano. Es la hora de las tinieblas. Un Dios está agonizando, y la cruz, la cruz inmensa, se levanta sobre el mundo.

¿Quién es lo bastante insensato para desafiar al Dios de Amor y querer ocupar su lugar en el corazón de los hombres?

Yo enseñaré mi poder y destruiré sus ídolos. Los que hoy me desprecian, volverán a mí, arrepentidos, y mi piedad los purificará. Pero ¡ay del que no se someta a mi ley de Amor! Este será aniquilado.

Algunas horas después:

J    Pongo a prueba vuestro valor para buscarme, vuestra constancia para encontrarme. Haced lo que os dicte vuestro corazón. Es para Mí, hijos míos.

Nada se pierde, pues todo es gracia para las almas. Yo soy el premio de vuestros esfuerzos. Compartid mi sed de almas. Responded con generosidad a mi llamada. Sed profesores de amor a vuestro alrededor.

       En vuestras alegrías y en vuestras angustias ve- nid a M í. Compartiré vuestra    alegría, aliviaré vuestra angustia.

Mi Corazón está totalmente abierto para acogeros.

3 de abril de 1972. (H. 218). Lunes de Pascua. En misa: Visita de Jesús.

21 de abril de 1972. (H. 218).

Hoy he vivido mucho tiempo en presencia del Señor. Fuerte dominio suyo sobre mi alma, profundo amor en mí. Yo le he preguntado:

M   Señor, ¿qué quieres de mí?

J    Ámame.

M   Señor, ¿tengo que contestar a todas estas cartas? ¿Cómo hacerlo?

J    Ante todo, ámame. Estoy en ti para amar. Entrégate al amor sin miramientos. Vive intensamente este momento. Créeme, el amor lo consigue todo.

El abandono amoroso hiere suavemente mi divino Corazón.

Ámame, hija mía; todo radica ahí. La fe transporta las montañas.

El Amor derriba y sumerge.

28 de abril de 1972. (H. 219).

J    La Fe está enterrada en los bajos fondos de este mundo sibarita.

Para muchos, la Esperanza no es ya más que un recuerdo lejano de una época  en que su corazón aspiraba a la Verdad.

¿Sois todavía bastante pobres para apreciar este tesoro del cielo?

y vosotros, sí, vosotros que leéis estas líneas, escudriñad vuestra alma. ¿Cultiváis esta flor rara y valiosa que es la divina Caridad? Yo, vuestro Dios, os sondeo. Nada queda oculto a mis ojos. y lo sabéis, y mi Paz crecerá en vosotros a               condición de que practiquéis estas tres virtudes: Fe, Esperanza y Caridad.

No olvidéis, hijos míos, que el cielo pertenece solamente a quien lo gana.

Dichosos los corazones generosos; su recompensa será grande.

¿En qué y cómo practicar la Fe, la Esperanza y la Caridad?

Meditad en vuestro corazón y os enseñaré:

Fe: Abandono.

Esperanza: Luz en las tinieblas.

Caridad: Dios, vosotros y vuestro prójimo.

2 de mayo de 1972. (H. 221).

Rezar no sirve de nada si después no se actúa. ¡Alerta a las autoridades responsables, civiles y religiosas, despierta la opinión pública con el pequeño boletín!.

El escándalo por la televisión y los otros medios de difusión ha durado bastante.

Por estos medios, la obra de muerte penetra en los hogares.

Los más cristianos no están preservados del contagio. Esta marea de fango ayuda a pervertir a la desgraciada juventud y perturba hondamente las conciencias que, a pesar de todo, guardan un sentido moral profundo.

  La inmoralidad tiene que desaparecer si se quiere 1 salvar lo que todavía puede ser salvado.

 

11 de mayo de 1972. (H. 222). Ascensión:  Yo miraba un cirio a punto de apagarse:

J  Me doy a su corazón por las manos del sacerdote.

J ¿Ves esta llamita? Es la Iglesia. ¿Se va a apagar? Oscila, llega al extremo límite de vida. Pero he aquí que el soplo del Espíritu la reanima. No se apagará y alumbrará todas las naciones. No temas, hija mía, todavía estoy aquí, y mi Iglesia no perecerá.

Miraba de nuevo la pequeña llama, no estaba todavía muy fuerte:

J   POCO a poco cobra fuerza y vigor, está abrigada contra el viento.

J Rezar es bueno y necesario. Cumplir mi voluntad es mejor.

28 de mayo de 1972. (H. 225).En la comunión:

J Húndete en lo infinito que te acoge.

Me he hundido en El:

J   Húndete en la inmensidad de mi amor. Ve en tu corazón el Sol de tu Dios. Ya sabes muy bien que tus defectos no me alejan de ti, pues Yo te quiero.

    Ven a imantarte en la Fuente de Amor para ti y para los demás. Comprende que tu Dios irradia en tu corazón. Ven hacia la luz. Ven hacia el amor. Por Mí, eres. Fuera de Mí, no eres.

, 31 de mayo de 1972. (H.226). En la comunión:

J Sin M(, ¿Puedes, o no puedes ser? Sin Mí, ¿Puedes, o no puedes amar?

      Sin M í, ¿Puedes, o no puedes obrar? Yo soy el Gran Animador de tu cuerpo y de tu alma.

M  Oh! Señor, ven para encontrarte en mi corazón. Tu Presencia en mí se ha   realizado por la recepción de tu sacramento de Amor.

 9 de junio de 1972. (H. 226). Fiesta del Sagrado Corazón:

M   Señor ¿No tienes nada que decirme en ese día de la fiesta de Tu Santísimo Corazón?

J    Lo esencial ya está dicho. A los hombres corresponde contestar a mi llamada.

      Pero, en verdad te lo digo, el Espíritu de Verdad y de Caridad está todavía lejos de algunos de vosotros. Que no dejen pasar la gracia sin detenerla.

En la comunión:

M    Señor mío, me basta con recibirte.

J     Hija mía, Me basta que Me recibas con un corazón sincero.

A las almas pequeñas:

J    Si mi Corazón llama en vano a la puerta del vuestro para mendigar un poco de amor, ¿qué me queda por hacer según vosotras?

Uníos para Mi gloria, y al mismo tiempo manteneos firmes en vuestra caridad.

Todo debe servir al bien de las almas. Vuestra misión no hace más que empezar, y hace falta tanto olvido de sí mismo para llevarla a buen término!. Velad con celo y cuidado sobre el depósito sagrado que os he confiado, hijos míos.

No juzguéis. ENDEREZAD Y FORTALECED.

12 de junio de 1972. (H. 228). He preguntado a Jesús dónde quiere que se establezca el Centro Internacional de las almas pequeñas:

J   El Mensaje fue dado en Bélgica, el Centro estará en Bélgica. Lo espiritual debe ser lo primero.

Dirigiéndose a las A. P. que habían asistido en Banneux, del 8 al13 de junio de 1972 al primer retiro espiritual instaurado bajo los auspicios de la Legión.

J   Deseo que mis almas pequeñas lleven al mundo el testimonio de mi Amor por él.

Quiero de mis hijos pequeños: respeto, amor y comprensión.

Que rechacen de su corazón toda amargura, mezquindad y envidia. Que se amen como Yo les amo. Que no busquen los defectos de su prójimo, sino más bien mi santa Presencia en él. Que tomen conciencia de su miseria y que se empeñen en luchar contra ella.

Hay que corregirse antes de querer corregir a los demás. Nada de rencor, nada de amargura en ellas. Un alma pequeña sólo debe amar, sólo puede amar.

 Esto no excluye el esfuerzo personal que tiene que hacer, pero Yo soy su   apoyo y su auxilio. y estoy en medio de vosotros, hijos míos, para enseñaros el Amor que, solo, puede salvar al mundo. Venid a Mi por vuestra Madre. Tened el más profundo respeto a mi Sacramento de Amor, para reparar los ultrajes con que le tratan. Id en paz y sed fieles. Os bendigo por las manos de mi sacerdote.

25 de junio de 1972. (H l. 1). En misa: Busca a tu Señor en el silencio, en el vacío de     tu alma donde El se encuentra enteramente.

    En la comunión: Hay que espiritualizar la materia hasta hacerla semejante al Hijo del Hombre en el cumplimiento de la divina Voluntad del Padre.

      Que cada uno sea fiel a lo que Yo espero de él. Justificaos los unos ante los    otros. Sed caridad y comprensión. No acuséis sin pruebas. La Unidad debe reinar entre los que Yo he elegido. Y, sobre todo, que procuren no ser fuente de escándalo para mis almas pequeñas.

    Todo debe hacerse en la unción del Espíritu Santo. La amargura, el rencor, no convienen a unos hijos de Dios. Si mi Obra llega a ser causa de disensión entre vosotros, ¿cómo queréis que alcance su meta? El Amor debe reinar en vuestros corazones, ¿Cómo podéis decir que Me amáis si os dejáis llevar por unas habladurías que no son siempre exactas e impregnadas de caridad?

Vuestro deseo de servirme no excusa siempre la facilidad con que juzgáis los actos de vuestro prójimo.

Mi Obra es una obra de amor basada en la con- fianza y la caridad.

A todos vuelvo a decir: permaneced en el sitio que os he elegido. Velad, desde luego, sobre esta Obra de salvación, pero, hacedlo con discreción y amor. No deis a las almas el espectáculo de vuestros litigios.

29 de junio de 1972. (1.2).

J  Amaos los unos a los otros como Yo os he amado. He perdonado a mis enemigos y les he amado.

i Ay! hijos míos, si vivieseis en Mí, seríais fuertes para vencer el espíritu de orgullo y de discordia que os atormenta. Volved vuestro corazón hacia Mí. Yo soy vuestra salvación. He venido para salvaras a todos, incluso a los más culpables. ¿Vais a contrarrestar mi Obra rechazando ser misericordiosos con todos? Hay que arrancar las almas del grave peligro que las rodea. Santificaos, aceptando las cruces cotidianas con amor. El interés personal, el amor propio, el miedo al que dirán, no tienen ningún valor ante Mis ojos.

¡Humildad! ¡Mansedumbre! ¡Perdón de los insultos!. El hombre de paz y de buena voluntad debe poner todos los medios para apaciguar. Dar mucho amor en torno a sí, es armar a la misericordia divina en provecho de1 alma pecadora. Lo que está hecho, permanece hecho y sólo Yo tengo poder de juzgar.

Defender un bien no es hundir al pecador en su pecado, sino ayudarle con caridad a deshacerse de él. Los que son dignos de ser llamados hijos de Dios, son humildes y mansos de corazón.

Insultar al enemigo es rebajarse a su nivel. Intentar comprenderlo es levadura de santidad para el Cielo. Para salvar a las almas, hace falta mucha ternura. Aquel que no posee este deseo, no puede ser verdaderamente "alma pequeña".

Yo no he venido para los justos. Mi Amor y mi Misericordia esperan a los pecadores, cualesquiera que sean. Mi justicia actuará cuando todo haya sido intentado en vano Una humillación sólo cuesta cuando se acepta humanamente

2 de julio de 1972. (1.4).

M Oh! Señor, haz de mi vida un acto de amor sin fin.

J Hija mía, haz germinar la semilla de amor que mi pequeña esposa Teresita de Jesús sembró en las almas.

6 de julio de 1972. (1.5).

J Puedo hacer brotar una flor entre los adoquines. ¿Por qué no un faro sobre una mar embravecida?

14 de julio de 1972. (1.5.).

J El viento de locura que azota al mundo se calmará y se hundirá en los abismos sin fondo de donde no se vuelve, arrastrando con él a todos los rebeldes a mi Ley. La calma vuelve siempre después de la tormenta. El fuego divino que duerme bajo la ceniza renacerá y cubrirá toda la tierra con su viva llama de amor.

22 de julio de 1972. (1.6).

J El éxito de talo cual gestión depende de la acogida que le den, pero en verdad Yo te lo digo: todo lo que se intente para dar más gloria a mi divino Corazón y al Corazón Inmaculado de María, Yo lo bendeciré.

26 de julio de 1972. (1.6).

J Hijos míos, si Me amáis, otros Me amarán, pues el Amor es contagioso. Purificadlo, quitándole el exceso de humanidad que le estorba en vosotros y que le impide dar su plenitud.

27 de julio de 1972. (l. 6).

J Vuestros esfuerzos son el cemento que Yo uso para fraguar esta Obra cuya importancia os escapa todavía, y para darle unos cimientos inquebrantables.

Animo, hijos míos, todo trabaja merece su paga y Yo soy un buen Amo. Todas mis Obras encuentran dificultades más o menos grandes y hay que vencerlas con la paciencia, la constancia y la perseverancia en el esfuerzo sacado de la Fuente.

Todo puede pareceros desordenado pero no es así. Yo muevo los hilos. Os digo todo esto para animaras a continuar la lucha. Tened confianza en Mí.

Ciertamente las pérdidas serán numerosas. Pero os prometo salvar todo lo que se pueda salvar.

 

16 de agosto de 1972. (l. 10). Al despertarme:

Ser alma pequeña, es adherirse fuertemente a la cruz salvadora.

Hijos míos pequeños, sois los pioneros de mi Obra de amor.                                            No hay más que una sola sede del Papado: Roma. No hay más que un solo sucesor de Pedro. Este es elegido por los padres de la Iglesia. Y todos los que impugnan el poder que Yo le he dado, serán tratados como se merecen. Pocos desean el Cielo, la obediencia es una palabra vana. Yo, el Dios del Amor, he obedecido a mis criaturas; y ellas desobedecen a su Dios, y Yo asisto, ulcerado, a la de- cadencia de los espíritus y de los corazones.

En vano he agotado mis tesoros de amor y de misericordia para atraérmelos, y mi Justicia se abre camino hasta ellos a través de los obstáculos que la Virgen de piedad y de ternura levanta sobre su camino. ¿Para qué os he dado a Ella, hijos míos, sino para que Ella suavice mi Justicia y detenga mi Brazo?

22 de agosto de 1972. (l. 11).

Ellos creen saberlo todo y no saben nada. Ellos creen comprenderlo todo y no comprenden nada. Ellos creen decirlo todo, y sólo dicen vanidades. Ellos creen explicarlo todo, y no explican nada. Humo y viento salen de su boca, creando confusión y angustia. Desprecian, olvidan e ignoran mis Mandamientos. Sin embargo son y serán de actualidad hasta el fin de los tiempos.  Su vanidad no tiene límite. Inconscientemente, se complacen en lo que causa su pérdida, porque olvidan a Dios. Pero Dios no los olvida. Pisoteará su orgullo, pues son responsables de la pérdida de las almas que Yo he pagado con mi Sangre y que les he confiado para que las lleven a Mí. Se burlan y desprecian a estos pequeños que Yo les mando con el fin de recordarles la caridad divina, a la cual ellos han quitado todo sentido sagrado, para hacer de ella una palabra sin vida real. Escudriñan los corazones según su manera de ver y de comprender, y olvidan escudriñar los suyos.

Miran y no se dan cuenta de su ceguera y solo reconocen su ley, ley de iniquidad, de suficiencia y de orgullo. Dicen que poseen la verdad del Evangelio y muchas veces la impugnan. ¿Por qué, poseyéndola, no la ponen en práctica? Su corazón, extraviado, no está preparado para recibirla.

Yo soy el Amor y el Perdón. Ellos no son más que rencor y pecado. Sí, pecado contra su Dios y contra sus Mandamientos que desconocen y des-precian.

Vergüenza sobre ellos!.

25 de agosto de 1972. (1.13).

J  Mi Pasión se renueva en vosotros, hijos míos. Mi dolor se derrite en vuestro corazón, mis fieles. El Amor es vuestra fuerza. Nada le resiste. No miréis al abismo que se abre delante de vosotros. Levantad los ojos al Cielo, hacia Mi, vuestro Dios y vuestro Padre. No os abandonaré. Confiad en Mí. Es la hora de la prueba. Saldréis de ella, purificados. ,Sed fieles a la gracia. Vivo intensamente en vosotros. El Espíritu os guía y os sostiene. Si pensáis

en  M í con fe, y si Me amáis de verdad, el mal será vencido.

26 de agosto de 1972. (1.10).

J El hombre solamente es grande cuando está de rodillas, prosternado delante de su Rey, aplastado bajo la contrición de sus pecados.

2 de septiembre de 1972. (l. 10). En Paris:

J    La razón separa lo que el Amor une.

M   Señor, yo no lo entiendo.

J    Lo que importa no es lo que tú entiendas, sino más bien lo que otros  entenderán.

Al día siguiente, 3 de septiembre, he preguntado al Señor la explicación de este mensaje.

J Hijita mía, comprende que si el Amor en su pureza no os coloca por encima de las mezquindades de esta vida, y no puede, por su acción en vosotros, resolver los problemas que os preocupan, toda la culpa la tenéis vosotros, que juzgáis con demasiada facilidad las faltas ajenas. No hago este reproche a los que Yo he elegido y que responden generosamente a lo que Yo espero de ellos.

7deseptiembrede 1972. (1.11).

J Un día Dios, ardiendo de Amor, creó el mundo para dar una razón de ser a este Amor. Dicho mundo no cesó de decepcionar a su Creador. Hoy, la medida está colmada, y si no se convierte, el mundo volverá a la nada de donde lo saqué. Ellos han olvidado que no son más que polvo y ceniza. La tierra solo contendrá polvo y ceniza. Pero sobre estas ruinas mi Amor volverá a nacer más vivo y más luminoso que nunca. Encontrará en las almas apaciguadas la plenitud de su acción creadora y salvadora.

9 de octubre de 1972. (l. 12).

En la comunión:

J   El Espíritu vive y obra.

 

12 de octubre de 1972. (1.12). '

 

J   No se puede cambiar lo que es.

En este momento han resonado alegremente en mí estas palabras: Aleluya! Aleluya!. No he podido evitar repetirlas en voz alta.

12 de noviembre de 1972. (1.12).

J La pornografía es el arma más temible de Satanás. Envilece y rebaja el ser humano, hasta hacerle semejante a un animal desencadenado, que sólo obedece a sus instintos.

J Las almas pequeñas, humildes, mansas, dóciles, son la Luz de Dios en marcha por el mundo. Recuerdan las verdades eternas. Son la antorcha del Amor iluminando todas las naciones. Amar, hija mía, es la felicidad en el sufrimiento aceptado y ofrecido.

 

20 de noviembre de 1972. (l. 13).

J    Lo que está dicho, dicho está. Lo que está hecho, hecho está.                                   Lo que Yo quiero, se hará.

26 de noviembre de 1972. (l. 13).

J  Un pequeño tiene todas las cualidades de la infancia. Tiene también toda su ignorancia y todos sus defectos. El "pequeño" debe guardar su entidad. No es su voluntad, sino la de su Maestro la que debe cumplir. ¿Quién puede decir que es humilde? Pedid la humildad. Os será concedida. Los pequeños crecen a la sombra de su Padre y sin El no pueden nada.

Antes de adquirir la verdadera humildad, son debilidad e inconsciencia; y al mismo tiempo, confían en la protección de Aquel que los ama y los guía paso a paso en el camino de la perfección.

La humildad es un fruto de la perfección. Muchos pequeños están muy lejos de ella todavía, pero irán alcanzándola, pues aman y son conscientes de su nada. Vienen al Padre con todas sus miserias, pues desean librarse de ellas y no lo pueden sin El. Hace falta ser pequeño antes de ser grande. El Inefable sólo se deja tomar por los pequeños y por los que son como ellos. Los humildes son también unos pequeños que han crecido ya en la luz de Dios. Los pequeños están elevados por el Señor, Espíritu de Amor y de Verdad.

El "pequeño" guarda todo su sentido y debe guardarlo en todas las lenguas.

Si no os hacéis semejantes a los niños pequeños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Mi Reino se establece sobre la tierra por la práctica de la pequeñez. Solamente en mis pequeñuelos Me encontraréis. Sed lo bastante pequeños para comprender y pasar por encima de las mezquindades de esta vida. Yo estoy en vosotros, hijos míos pequeños, y con vosotros confundiré a los fuertes.

28 de noviembre de 1972. (1.21).

M   Señor, ya no logro encontrarte verdaderamente.

J     Me encuentras cuando consuelas a tus hermanos y me consuelas cuando los amas.

7 de diciembre de 1972. (1.15).

J   Examinad todo a la luz de Dios y en el contexto de Su caridad.

Confía en Mí: inspiraré a los responsables. No puede existir entre vosotros una animosidad personal, sino un espíritu de equipo, consciente de sus deberes hacia la Obra que os está confiada; sed conscientes también del valor espiritual del testimonio de amor y de caridad fraternal que Yo os doy. La firmeza no excluye la caridad.

30 de diciembre de 1972. (1.16).

J   La Legión de las almas pequeñas no es obra humana, sino obra de salvación salida de mi Corazón herido y compasivo con la miseria del mundo. Hija m ía, no sufras, lo que es justo triunfa siempre.

J   Todo lo que los evangelistas escribieron es verdad; dudar de ello es ofenderme.

Curó al paralítico ya tantos otros.

     Su Madre es Inmaculada. Ella es virgen. La Encarnación es un misterio. Ella es y fue siempre virgen. No dudéis ni de la Infancia, ni de la visita de los Reyes  Magos, ni de su viaje, ni de nada de lo que nos revela el Santo Evangelio. Negarlo es una verdadera herejía y un pecado gravísimo contra el Espíritu Santo, por quien todo fue revelado.

J   Pobres hombres, ¿Qué es su ciencia? Sale de su propia nada.